La idea de "recortar gastos en publicidad" se está convirtiendo en una frase de moda en estos tiempos, tanto, que la empiezo a escuchar en sueños. Todavía hay empresas que piensan que anular la inversión publicitaria debe ser la primera opción ante la crisis, y no se dan cuenta del error que están cometiendo. Otras simplemente recortan la inversión, algo que tiene más lógica, ya que, obviamente, la situación se complica y hay que resguardarse.
Muchas empresas llevan años sin ver rentable la inversión en publicidad, y no por lo que significa la publicidad para su negocio, sino por el uso tan arcaico y anodino que le dan a sus comunicaciones, en el caso de existir.
Los formatos y las formas de hacer publicidad están cambiando, todas las empresas deberían adaptarse, o como mínimo tolerar alguna renovación en este sentido, al menos, si quieren seguir vivos en la situación tan complicada que se avecina. En el caso contrario, les insto a que empiecen a contar los días para su más que probable desaparición. Y más teniendo en cuenta que la crisis no ha hecho más que empezar…
La solución no es hacer desaparecer la publicidad, sino contratar a profesionales que sepan solucionar los problemas que tienen las empresas para ayudar a conseguir todos y cada uno de los objetivos que se plantean.
Es el momento de diferenciarse, posicionarse, destacar, de asociarte con otras empresas para luchar en diferentes sectores o simplemente una época para la consolidación de nuestras empresas. Ser negativos ante la crisis no traerá más que problemas irreversibles. Son situaciones esperadas por las grandes empresas para lograr más cuota de mercado en los diferentes sectores, también situaciones muy propicias para ver desaparecer del mapa a muchas otras…
Cualquier empresa que quiera conseguir algo de lo anteriormente citado tendrá que destinar un porcentaje importante a publicidad, dependiendo de la empresa y sus necesidades. No hacerlo puede significar el principio del fin. Será muy importante tener esa previsión para saber cuánto gastarse y sobre todo para ajustar ese gasto a la previsión.
Particularmente veo tremendas oportunidades en esta crisis, y estoy ansioso por cerrar algunas cosas y ponerme manos a la obra con nuevos proyectos… no puedo evitarlo.
Las marcas de automóviles están pasando por una mala racha. Los últimos meses de crisis han hecho temblar las ventas de todas las compañías que trabajan en nuestro país, dificultando la tarea diaria de los comerciales y los ingresos de los concesionarios.
