Si el otro día comentaba lo importante que es para una marca elegir su segmento a partir de las redes sociales, aquí tenemos un ejemplo más de una extensión de campaña que lleva tiempo en la red en forma de concurso.
Ballantine´s, con su campaña “Deja tu huella” canalizó la Red Social Facebook y creó una aplicación para atraer a un público objetivo muy especial. Como algunos sabéis, el comecocos, juego ochentero donde los haya, fue transformado corporativamente por la marca para la campaña. Aunque la usabilidad no haya variado en demasía, sólo necesitas jugar un minuto para darte cuenta que hay elementos diferenciadores dentro de la aplicación.
Un juego que buscó y busca embestir en el recuerdo de un target muy bien analizado, al igual que asegura que el consumidor del mismo esté expuesto a la marca durante un intervalo de tiempo más que aceptable.
Ballantine´s Street Clubber se lanzó hace algún tiempo a partir de un concurso, cuya finalidad era conseguir la mayor puntuación posible. El premio era una máquina Arcade Comecocos, y no cabe duda de que la lucha por conseguirla tuvo que ser intensa.
Los creadores de la campaña, Delvico, han sabido interpretar las necesidades del anunciante a la perfección, acercándose a un target muy cambiante y de difícil acceso.
Dicen que los ochenteros hemos crecido en la época del vicio, y campañas como estas sirven para decir, sí, yo también me vicié al comecocos…
Ballantine´s, con su campaña “Deja tu huella” canalizó la Red Social Facebook y creó una aplicación para atraer a un público objetivo muy especial. Como algunos sabéis, el comecocos, juego ochentero donde los haya, fue transformado corporativamente por la marca para la campaña. Aunque la usabilidad no haya variado en demasía, sólo necesitas jugar un minuto para darte cuenta que hay elementos diferenciadores dentro de la aplicación.
Un juego que buscó y busca embestir en el recuerdo de un target muy bien analizado, al igual que asegura que el consumidor del mismo esté expuesto a la marca durante un intervalo de tiempo más que aceptable.
Ballantine´s Street Clubber se lanzó hace algún tiempo a partir de un concurso, cuya finalidad era conseguir la mayor puntuación posible. El premio era una máquina Arcade Comecocos, y no cabe duda de que la lucha por conseguirla tuvo que ser intensa.
Los creadores de la campaña, Delvico, han sabido interpretar las necesidades del anunciante a la perfección, acercándose a un target muy cambiante y de difícil acceso.
Dicen que los ochenteros hemos crecido en la época del vicio, y campañas como estas sirven para decir, sí, yo también me vicié al comecocos…
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